Le temblaban las manos, sentía frio,
aunque el día estaba bellisimo.
Miraba el celular, abría su chat, y lo cerraba.
Marcaba su numero, y lo borraba.
Estaba tan nerviosa que no sabia que hacer.
¿Le mandaba un mensaje? ¿Lo llamaba?
Le mandaba la foto del test y apagaba el teléfono.
No quería ni saber que lo hubiera visto.
Cuando por fin junto valentía, le pidió que la llamara.
Ella, con su sonrisa apenas tímida le dijo
"Estoy embarazada".
Tras un minuto de silencio, el respondió "¿Y?"
En ese instante lo que quedaba de su frágil mundo se derrumbo.
"¿Y?" "¿Que vas a hacer?". Resonaba cada palabra.
Me dieron ganas de abrazarla,
al ver como se partía en dos,
al escuchar como su amor, le rompía otra vez el corazón.
¿Cuantas veces se puede romper un corazón y esperar que siga latiendo?
Si cupido existiera, le vendría bien clavarse una puta flecha a si mismo,
para que sepa lo que se siente.
Se tomo el tiempo, de explicarle,
mientras el dudaba hasta de su paternidad.
Creo que no debe haber momento mas frágil, y mas sensible de una persona,
cuando dudan así de esa manera.
Cuando al abrir su vida, la hacen sentir el ser mas miserable del planeta.
Y ella, ahogando el llanto, mientras hablaba tomaba una decisión,
no seguir adelante.
Las personas piensan que decisiones así son fáciles,
que es como ir a comprar arroz al supermercado, y asunto terminado.
Nadie te habla del proceso psicológico,
de los mareos, de las nauseas, del dolor de cabeza.
De la posibilidad del "Que hubiera pasado si..."
No la fue a ver, no se ofreció a acompañarla.
La dejó sola, como quien deja un cachorrito al costado de la ruta. Sin culpa.
Tranquilos muchachos, lo que no nos mata, nos fortalece.
Yo, mientras tanto, me uní a un grupo de socorristas.
Las pibas no estamos solas, nadie merece sentirse sola,
nadie merece pasar por una situación así, nunca más.
lunes, 19 de noviembre de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nunca supe ponerle titulo a las cosas
No puedo darte lo que yo no tengo, pero puedo compartir con vos algún bardito que te haga sentir menos solx. Un porro, una almohada, escribi...
-
Ella caminaba distraída por las calles del centro de una gran ciudad, los pájaros, las bocinas, la gente que continuamente hablaba, nada de...
-
Y asi, el leon se enamoró de la oveja... Tonta y estúpida oveja... Que masoquista ese leon.
-
Lo escuche venir, desde el comedor a la cocina. Me dijo algo que no recuerdo, algo sobre comprar bebida. Parado detrás mio, mientras yo pr...
2 comentarios:
Escribe muy bonito pero me gustaría saber más de su vida, más como un blog y menos un sitio de poesía en prosa.
Es un buen consejo... deberia empezar a escribir distinto...
Publicar un comentario