lunes, 19 de noviembre de 2012

El ciclo de la vida.

Salí de mi casa con paso apurado,
iba a algún lugar, pero no sabía dónde.
Escuchaba el sonido de mis pasos desorientados;
caminar sin rumbo ya se me había hecho costumbre.

A medida que dejaba cuadras y calles atrás,
el ritmo de mis pisadas iba retardándose,
y me devolvían un leve eco,
que me hacía notar lo sola y desierta que estaba la cuidad...

El viento fumaba mi cigarrillo a medias conmigo;
me entretenía mirando las irrepetibles figuras del
humo desgajándose en pleno vuelo...

Me encantaba sentir, por sobre todas las cosas,
el calor abrazador en mis dedos de la última pitada,
aunque eso significara, el final del cigarrillo...

Era entonces cuando me daba cuenta 
 que mi vida
estaba llena de finales, todo el día, todos los días,
que cada suspiro significaba un final, y que
estaba muriendo, irrebocablemente, a cada segundo...

Pasaban las horas. Yo seguía sumergida en
el mar de pensamientos de mi cabeza,
sin salir a flote en ningún momento para
saber dónde me guiaba mi caminata nocturna...

Después de todo, eso no importaba,
ni siquiera yo soy dueña de la patria potestad de
mi propia vida, ya que pertenece al destino,
o a algún Dios, si es que existe...

En el camino, ocasionalmente, me topaba con gente sin rostro,
y llegado el alba, ya comenzaban a pesarme los
párpados, como si mis pestañas estuvieran enchapadas en plomo...

Nunca entendía cómo, pero en el transcurso de
mi lapso inconsciente, volvía en mí,
reconociendo una puerta que me era muy familiar...
Una entrada o una salida dependiendo de cómo
se la mirase. Era mi casa. Siempre volvía por lo
mucho que caminara, por lo poco que conociera los
barrios. Porque el hombre siempre se va,
pero siempre, siempre vuelve para morir en sus raíces.
El final es donde partió.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Morir de amor

¿Quién dijo que realmente no
se puede morir por amor?
Cada año, miles de mujeres
mueren por amor.
Se entregan convencidas de
que eligieron al hombre perfecto,
al príncipe azul, al amor de sus vidas,
pero luego no todo es color de rosas.
Puertas para adentro el mundo es otro,
y ciertas noches se pone un poco turbio,
él llega enojado y con olor a ron barato,
y no hace falta tener intuición de mujer
para saber qe se viene la tormenta..
Entonces llueve adentro de la casa.
LLueve. Llueve sangre. Sangre en
las paredes. Sangre en el piso.
Sangre en la cama... y duele.
Duele sentir cómo el alma se
desprende de la carne tras los golpes.
Golpes al corazón, al corazón de
una mujer débil y estúpida que
permite los maltratos del animal qe
tiene como novio o marido.
Una mujer débil y estúpida que
no huye porqe siente los
dos sentimientos más fuertes qe
existen en el universo qe son
el amor y el miedo.
Se queda a su lado porque lo ama,
y no se va porque teme perder la vida
en el intento de escaparse y entonces
decide callar y disimular las heridas
hasta que cierto día se desangra y muere.
Muere en los brazos de la persona qe
juró amarla y respetarla en la salud y en
la enfermedad, en la riqeza y en la pobreza..
Muere, sí... Muere de amor.

Un adios, un hasta pronto.

En tus ojos brillaron dos lágrimas.
¿Sabes mi nombre? Lo dudo.
El viento parece susurrar el tuyo.
Ya tu mente no me reconoce.
Un llanto, una canción para vos.
Un sentimiento, una amargura.
Sin dejar de amarte, sin sentirte.
¿Donde estan tus ojos?
Aquellos ojos verdes en los que yo era huesped.
¿Donde están tus labios?
El perfume con fuego que en ellos era mío.
Déjame verte, déjame tocarte,
con un dulce suspiro al oído,
que flotando en el cielo sea sentido.
Ese suspirar que dice
"Te amo, te necesito, no puedo estar sin vos".
Déjame verte y yo te dejare amarme.
Amor, es culpa mía...
No te puedo perder,
¿Porque tuvo que suceder?
Tus ojos ya no brillan y no te puedo ver.

domingo, 4 de noviembre de 2012

La fuerza del amor siempre es inquebrantable


Y esa noche algo había ocurrido.
En su interior los sentimientos encontrados no la dejaban en paz.
Tendría que decirselo, la verdad…toda la verdad.
Pero que pasaría si él se enteraba.
Algo cambiaría...Tal vez...o tal vez no...Quizás el si sentia lo mismo.
Cuando comenzaron, ella pensó que todo sería diferente.
Que esta vez no saldría lastimada.
Una relación sin sentimientos involucrados.
Pero una vez mas su  corazón le había hecho una mala jugada.
Y aunque no sabía muy bien lo que hacía, 
debía tomar una decisión. 
Darle un fin definitivo, terminar todo cuando aun había una salida.
Y cuando estuvo a punto de decírselo, 
él la tomo en sus brazos, y mientras que le acariciaba el rostro,
la beso en la boca…con una delicadeza, una suavidad, 
que ella jamás había sentido.
Toda su fortaleza se derrumbaba, 
aquello que había decidido no valía nada.
Cada caricia, era una lágrima en su interior…
Lloraba, porque había descubierto aquello que era innegable.
Aunque el destino se interpusiera en su camino,
por mas que las tormentas azotaran fuerte,
ninguna fuerza terrenal sería capaz de separarlos, nunca mas.

WHAT THE FUCK IS THIS SHIT?

Habia una vez... Una vez cuando? En un reino muy muy lejano... Lejano donde? O lejos de que? Chicos esta no es una historia de amor, leyero...