Y esa noche algo había ocurrido.
En su interior los sentimientos encontrados no la dejaban en paz.
Tendría que decirselo, la verdad…toda la verdad.
Pero que pasaría si él se enteraba.
Algo cambiaría...Tal vez...o tal vez no...Quizás el si sentia lo mismo.
Cuando comenzaron, ella pensó que todo sería diferente.
Que esta vez no saldría lastimada.
Una relación sin sentimientos involucrados.
Pero una vez mas su corazón le había hecho una mala jugada.
Y aunque no sabía muy bien lo que hacía,
debía tomar una decisión.
Darle un fin definitivo, terminar todo cuando aun había una salida.
Y cuando estuvo a punto de decírselo,
él la tomo en sus brazos, y mientras que le acariciaba el rostro,
la beso en la boca…con una delicadeza, una suavidad,
que ella jamás había sentido.
Toda su fortaleza se derrumbaba,
aquello que había decidido no valía nada.
Cada caricia, era una lágrima en su interior…
Lloraba, porque había descubierto aquello que era innegable.
Aunque el destino se interpusiera en su camino,
por mas que las tormentas azotaran fuerte,
ninguna fuerza terrenal sería capaz de separarlos, nunca mas.
3 comentarios:
Un placer conocerte. Volveré por aquí. Besos
Qué preciosidad de poema.
Me ha gustado, mucho.
Un abrazo,
Alma.
No hay fuerza más intensa en el universo.
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