Tan visible, pero tan imperceptible para aquellos que lo ignoran.
Por momentos elevas la cabeza y ya no está.
Pero volverá, yo se que lo hará, siempre lo hace.
Y yo, mirandolo hipnotizada por su encanto.
Quien pudiera ignorar su belleza!
El que sin importar nada brilla, y no se deja opacar.
Ni siquiera la gran luna podrá con él jamas.
Y siempre permaneceré, en el mismo lugar.
Para verte una vez mas, para esperarte,
como en cada momento.
Mi estella guía. Mi luz. Mi lucero.
martes, 10 de septiembre de 2013
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