lunes, 27 de mayo de 2024

Nunca supe ponerle titulo a las cosas

No puedo darte lo que yo no tengo, pero puedo compartir con vos algún bardito que te haga sentir menos solx.

Un porro, una almohada, escribirte una poesía en el brazo hasta que te duermas. Y después, dormirme cerquita, tan cerquita que puedas abrir la puerta y meterte en mi sueño si el tuyo no te muestra nada bueno.

Y que se yo, no mucho mas que eso. 

No puedo darte la estabilidad que no tengo, pero si querés, la buscamos en algo bien choto.

Como ver una peli, o ir a morder un buen chocolate a Júpiter. 

O acariciarnos abajo de las sábanas de Venus, a Marte. Amarte. No sé.

Quizás pueda aprender. 

Quizás me dejes acariciarte hasta dormirme. 

Quizás puedas dejarte querer.

domingo, 26 de mayo de 2024

No se muy bien que poner acá.

No te pido que vuelvas a rescatarme de mis propios fantasmas, de mi propia sombra que me persigue.
No pido que vengas a llenarme tu ausencia, o vengas a cumplir mis fantasías, sentimentales, eróticas, y perturbadoras que tengo de vos (Bueno, en realidad si).
Solo te pido que alguna noche, antes de dormir, me envíes un beso que me abrigue, me digas "buenas noches" aunque no te escuche, y que me des un pasaje para entrar en tu memoria, pero uno especial, uno que me lleve a lo mas oscuro, a lo mas indecente, a lo que siempre callaste.
Como quisiera tenerte acá, en lo cotidiano, verte reír, hacerte reír, o que te rías de mi, no importa, tu sonrisa vale una vida. Tu risa me arma un miedo vertebrado pero frágil, digo, tu risa me arma el mismo miedo que me rompe.
Lo que me encanta de lo nuestro, es que puedo darle mil vueltas en mi cabeza, de principio a fin, y por que no, inventar otros mundos. otras calles, otros parques, en los que me querés.
En los que me decís que siempre me habías estado esperando y te digo "perdón, lamento haber llegado tan tarde".

Entre todos esos sentimientos borrosos, que se mezclan con el halo de mis fantasmas, estas vos. Que sos la persona que me hace dar ganas de sacarle fotos al cielo el día que el cielo no quiere ser fotografiado. Me caigo en la calle por que siempre fui torpe, y tu cara de preocupación me pone el corazón arrugado como si llevara meses abajo del agua. Desde vos, el tiempo me entusiasma igual que el río, miro al futuro y quiero verte ahí, arrugando la nariz cuando te hago reír en los tiempos difíciles, los días en los que todo el agua de la montaña pasa por nuestros pies.

A veces siento que me quedé dormida en tu pecho, por que todo se siente nuevo y viejo al mismo tiempo. Y cuando me respondés antes de que te pregunte siento que puedo tocar los bordes de la montaña, moldearla, usarla de vaso.

Yo no sabía que el beso mas lindo que me iban a dar iba a ser comiendo helado una madrugada de verano. Y no sabía tampoco o no había entendido mucho que el amor es cuando sentís que la otra persona te hace crecer. Digo, estoy todos los días aprendiendo cosas. 

Vos sos el chico del que hablé en todos mis poemas y todavía no te conocía.

Reviviendo.

Había una vez, no, para, ¿una vez cuándo? ¿cuándo es una vez? En un tiempo no muy lejano, ¿no muy lejano a qué o a quién? ¿A dónde? Cuanto es mucho o poco tiempo, si hablamos que el tiempo no existe, que es una variable que nada esta relacionada con el valor que se le da a las cosas, a las personas, una variable carente de realidad. Podríamos decir que ayer, cuando amanecía, mientras me despertaba, pensaba en algo que, como al tiempo, no le encontraba una respuesta acertada que lo describa.

Me entre-dormí y pensé, soñé, recordé, no estoy segura de que verbo utilizar por que no estoy segura de la acción que estaba realizando. No lo se, y mi cabeza basaba toda la construcción de una idea en imágenes que podrían ser ciertas o no, terrenales o fantásticas. Hoy me desperté pensando en algo que pasó, nunca pasó, o va a pasar, y me mata la intriga de no saber, y pregunto, como si alguien me pudiera contestar, como si alguien recordara lo mismo que yo ni siquiera se explicar, datos confusos, imágenes sueltas que de alguna forma toman sentido en mi cabeza pero que no puedo desplegar en un papel, que no puedo pensarlas en voz alta por que se esfuman entre otros momentos, realidades o circunstancias que nada tienen que ver, que con nada están relacionadas. Hoy amanecí creando una historia que no se si es la primera vez que la creo, y me muero de ganas de saber.
Afuera de mi cama hacía frío y el clima estaba raro en mi departamento, me levanté a prender la computadora pero me volví a acostar, que sentido tenía si no podía pensar en otra cosa mas que si era verdad o mentira, que mayor incógnita que la que se instala directamente en el pensamiento sin dejarla explayar en otro lado, que no se puede copiar y pegar en una hoja de Word, que tan acostumbrados estamos en resolver las cosas mediante internet que la idea de no encontrar respuesta mas que en uno mismo genera un desafío incalculable.
Basándonos en que el tiempo no existe podemos decir que el futuro es una realidad que se aproxima pero que no se distingue cuando, 100 años de historia pueden significar mucho o poco “tiempo” para la humanidad, si el pasado es todo lo que recordamos y aquello que creemos y estamos seguros de saber, como puedo captar cuando creé lo que estoy pensando, si pasó o va a pasar mañana, o pasado.
 ¿Puedo decir que en un futuro no lo voy a recordar si no estoy completamente segura de no haber pensado esto en el pasado?, no. Puedo decir, sin embargo, que el futuro va a pasar, y que cosas basándome en el pasado puedo imaginar que pasarán en el futuro, hacer una relación entre lo que hay y lo que puede haber. Puedo hacer una proyección de lo que pienso que puede ocurrir, hasta puedo estar segura de lo que va a pasar y afirmarlo, aunque no tenga sentido para nadie más, como mi pensamiento sobre algo que no se si existió desde que me desperté, o desde antes de despertarme. Puedo afirmar lo que quiera mientras que este convencida de que es real. Sin embargo esto es una incógnita que no puedo resolver, o que me niego  a resolver por la satisfacción que me produce la intriga sin respuesta de algo que nada va a cambiar.

Nunca supe ponerle titulo a las cosas

No puedo darte lo que yo no tengo, pero puedo compartir con vos algún bardito que te haga sentir menos solx. Un porro, una almohada, escribi...