Tantas vueltas. Tanta calesita para terminar regalándole la sortija servida a otra.
Preferiste bajar antes de intentar dar una vuelta más. Se te pudrió el amor en el laberinto de tu cabeza. Era más fácil jugartela que matarte con excusas baratas para evitar sentir. Pero la cosa es así.
No inventes más nada. Y hacete cargo de lo que decidís. Por qué este amor no se te murió de una muerte súbita. No mi ciela. Se te reventó en la cabeza.
Se estrelló contra vos mismo. Murió agotado en tu pecho, temblando de frío.
No sé murió solito. Lo mataste vos cuando en vez de.ponerte a amar, te dormiste pensando como hacerlo.
Hay cosas que no se piensan. Termina con tanta vuelta. Que en cualquier historia, amar se ama amando.