martes, 22 de septiembre de 2015

Lucero.

Mientras me besaba, decía que cada melodía
le traia mi recuerdo.
Cada nota, cada canción, lo acercaba a mi.
Me abrazaba, y me decía que solo junto a mi,
se sentía a salvo. Mentía!
Me prometía una burbuja, un lugar en donde solo
él y yo existíamos.
Me acuerdo que vió mi tatuaje. Ese en forma de letra.
Un recordatorio, para no cometer de nuevo el mismo error,
sin sentido, por que en ese momento lo cometía.
El error de seguir amándolo, como si nada hubiera pasado.
Me observaba con sus ojos. Esos ojos!
Cuanto los extrañaba.
Me tocaba el pelo, me bañaba en un sedante.
La realidad! Cuando un rayo de sol asomaba supe que era hora.
Habia que volver. Siempre hay que volver.
Cuanto iba a doler el golpe.
Pero que podía hacer yo si lo amaba!
Solo rendirme. Rendirme a ese amor, que solo yo sentía.

Amores imposibles

Quizás no era como lo había planeado. No, seguramente no.
Él era tan. Y ella era tan. Ambos eran.
Como una forma cambia en otra y en otra y en otra.
Con colores negros y violetas. Haciéndose una masa sin forma.
Como un alma, absorbe esos colores y se oscurece.
Se oscurecían, pero se amaban. Supongo.
Había prometido cuidarla, y en su lugar la había abandonado.
Lo normal.
Hoy ya no son los mismos. Nada los une.
Y sin embargo ella lo extraña. Lo necesita.
Como quien deja de fumar. O quien ha sido exorcizado.
Siempre esta el peligro de la recaída.

Nunca supe ponerle titulo a las cosas

No puedo darte lo que yo no tengo, pero puedo compartir con vos algún bardito que te haga sentir menos solx. Un porro, una almohada, escribi...