Era un amor bien rústico, bien bruto. Él sabía... yo no quería flores, ni velas ni cuanta otra boludez que nos hiciera parecer discos rayados de películas de domingo. Yo quería que me abrazara, que me apretara, que me besara, que me mordiera. Yo quería el río y las canciones. Yo quería un amor sin aniversarios, ni anillos, ni planes, ni expectativas. Quería un amor macanudo sin cadenas, ni obligaciones, ni reproches.
Yo quería algo fuerte, algo que marque, algo que se diferenciara de todos los otros "algo". No quería corazones, ni frases mal usadas, ni fotos de felicidades mal contadas. No quería una maldita demostración extra, no la necesitaba. Yo quería el amor, los mates y la frazada en el parque. Yo quería las locuras y el sexo a donde se nos cantara. No quería regalos, sólo guardaba pedacitos de momentos ya sea un papel, un caracol o la etiqueta de un buen vino. Lo que sea que me trasladara nuevamente ahí cuando me hiciera falta.
Con él yo era yo y eso es más enorme que cualquier prototipo de relación. Era yo entera, confiada y tranquila... como si estuviese desnuda a toda hora. No disfrazaba mis monstruos, ni me la daba de humilde por mis fuertes. Yo era yo y por esto es que te digo que nunca voy a olvidarlo, porque cuando uno encuentra en el mundo ese lugarcito en donde se siente pleno, en donde se siente vivo... ni muriendo lo olvida. Y ojo que a mí recordarlo no me hace daño... el consejo más miserable que me han dado ha sido ese de "soltá" cuando "soltar" tan buenos recuerdos es solo para cobardes. Yo no suelto un carajo y no sólo no quiero sino que no voy a olvidarlo. De la boca para afuera olvidar siempre es lo más conveniente, pero yo no hago lo que me conviene... yo hago lo que me dicta el instinto, el instinto de amar en las buenas, en las malas y en las peores.
Quizá no vuelva a verlo, pero el recuerdo es mío y me lo guardo y lo atesoro. Porque con él me descubrí. No es fácil la duda, no es fácil la intriga, no es fácil asumir ante el mundo que pase lo que pase aquel amor no morirá jamás. No es fácil cargar con cosa tan grande, cosa tan buena y cosa tan lejos. Pero es hermoso saber que tenés ahí guardado algo que nadie podría nunca quitarte... su recuerdo.
Texto de Maru Leone.
lunes, 16 de julio de 2018
domingo, 15 de julio de 2018
Principio de incertidumbre
Piénsalo bien antes de quererme, no lo pienses demasiado o quizá vas a perderme.
Tu lástima me ofende mejor déjame tu odio, que sólo se odia lo querido.
Que me recuerdes con honor, lo que perdes vos lo gano yo.
No pierdo más mi tiempo, me dejaste ir sin saber, que pude haber sido yo o que pudiste haber sido vos.
¿Y quién crees que perdió? ¿quién te crees que soy yo?
Soy todo lo que siempre extrañarás haber sabido, cuando descubras que el único trago amargo
fue el de tu dulce adiós.
Te conocía más mi imaginación que mis sentidos, me enamoré de una idea no de una realidad.
La obsesión por la ilusión de no estar tan encerrada en los niveles del amor del cual yo no conozco nada.
No es que viva para mi pero aún no ha habido nadie, que atormente mi pasión hasta dejarme sin aire.
Que apacigüe mi dolor por el cansancio de buscarte.
Que impaciente la adicción a besar de ser besado.
Que reviente la reacción para amar y ser amado.
Y si no serás vos, quien podrá extasiarme seguiré buscando quien me ame y quien me deje amarle.
Se cierra el libro ya aún antes de empezar
No se escribe esta historia y ya jamás se escribirá, me dejaste ir sin saber que pude que soy y que siempre habré sido yo
jueves, 12 de julio de 2018
Condenados a perderse, destinados a encontrarse.
Si el amor está ordenado y prolijamente calculado, entonces no es amor. Por eso prefiero quererte así, desordenada. Si las palabras alcanzan, entonces es mentira, un sentimiento jamás puede ser encerrado en dos palabras, o en cien, simplemente se siente. Por eso prefiero a veces no decirlo, sino demostrarlo. “En un beso sabrás todo lo que he callado”, dijo Neruda. De todas formas lo voy a intentar.
Te quiero, de manera ridícula, de manera alocada pero firme. Ah si, muy firme. Puedo decir con certeza y seguridad lo mucho que lo hago. Hoy enredadamente te quiero. Te quiero en las mañanas, y en las tardes, te quiero cuando te me quedas mirando sin decirme que pasa por tu cabeza, y te quiero incluso cuando no me miras. Te quiero cuando haces un gesto de enojo por qué algo no te gusto, te quiero cuando me decís que me queres. Te quiero por hacerme querer.
Te quiero cuando intentas hacerme un cumplido, esas palabras torpes que no sabes expresar. Te quiero cuando me abrazas, y aun mas cuando tus labios suaves tocan los míos.
Me haces feliz, todas las horas y todos los días. Mañana a las cinco y cuarto voy a estar queriéndote como ayer a las doce y cinco. Y en alguna noche de Julio... voy a estar queriendote, como hace algunas semanas atrás en Mayo. Me haces feliz, a cada paso y en cada sonrisa. Con cada latido de tu corazón.
A veces sé porqué te quiero, otras veces no tengo la menor idea, no me preocupa tampoco. No es mi intención desilusionarte... pero no te quiero en las flores, en las salidas, o en las fiestas. No te quiero en los versos de una canción, o en las risas de un chiste. Te quiero absolutamente todo el tiempo.
Con vos soy libre de sentir, tanta esperanza en cada mirada, tanto soñar y es realidad ahora que estas.
Con vos soy libre de sentir, tanta esperanza en cada mirada, tanto soñar y es realidad ahora que estas.
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