lunes, 19 de noviembre de 2018

Nunca mas.

Le temblaban las manos, sentía frio,
aunque el día estaba bellisimo.
Miraba el celular, abría su chat, y lo cerraba.
Marcaba su numero, y lo borraba.
Estaba tan nerviosa que no sabia que hacer.
¿Le mandaba un mensaje? ¿Lo llamaba?
Le mandaba la foto del test y apagaba el teléfono.
No quería ni saber que lo hubiera visto.
Cuando por fin junto valentía, le pidió que la llamara.
Ella, con su sonrisa apenas tímida le dijo
"Estoy embarazada".
Tras un minuto de silencio, el respondió "¿Y?"
En ese instante lo que quedaba de su frágil mundo se derrumbo.
"¿Y?" "¿Que vas a hacer?". Resonaba cada palabra.
Me dieron ganas de abrazarla,
al ver como se partía en dos,
al escuchar como su amor, le rompía otra vez el corazón.
¿Cuantas veces se puede romper un corazón y esperar que siga latiendo?
Si cupido existiera, le vendría bien clavarse una puta flecha a si mismo,
para que sepa lo que se siente.
Se tomo el tiempo, de explicarle,
mientras el dudaba hasta de su paternidad.
Creo que no debe haber momento mas frágil, y mas sensible de una persona,
cuando dudan así de esa manera.
Cuando al abrir su vida, la hacen sentir el ser mas miserable del planeta.
Y ella, ahogando el llanto, mientras hablaba tomaba una decisión,
no seguir adelante.
Las personas piensan que decisiones así son fáciles,
que es como ir a comprar arroz al supermercado, y asunto terminado.
Nadie te habla del proceso psicológico,
de los mareos, de las nauseas, del dolor de cabeza.
De la posibilidad del "Que hubiera pasado si..."
No la fue a ver, no se ofreció a acompañarla.
La dejó sola, como quien deja un cachorrito al costado de la ruta. Sin culpa.
Tranquilos muchachos, lo que no nos mata, nos fortalece.
Yo, mientras tanto, me uní a un grupo de socorristas.
Las pibas no estamos solas, nadie merece sentirse sola,
nadie merece pasar por una situación así, nunca más.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Uno mas uno, no siempre son dos.

Lo miraba dormir, que placentero me resultaba.
Su respiración lenta y profunda, creo que no soñaba.
Su mente estaba en un lugar tan alejado, que podía descansar.
Me gustaba pensar que eso solo pasaba cuando dormíamos juntos,
Que mi paz, se juntaba con la suya, y creábamos una armonía.
Me acuerdo que se despertó para abrazarme,
esos abrazos desprevenidos, que te llenan el alma.
Amaba que hiciera eso, afloraba la parte de él que me quería a su lado.
Me apretó contra su pecho, "no te vayas nunca" me dijo.
Que ingenuo me resulto en ese momento...Irme? A donde?
Por un momento me entristecí, me empece a preguntar,
si era a mi a quien le hablaba, si era yo quien pasaba por su mente,
al decir esas palabras.
Hasta que susurró mi nombre, como si me leyera la mente.
Si! Me hablaba a mi!
Las heridas en mi interior se estremecían un poco,
no querían volver a abrirse, pero como resistirse?
Como resistirse a sus ojos negros cuando me mira,
como resistirse a su sonrisa que destella cada vez que se ríe.
Es como darle heroína a alguien recién rehabilitado.
Congele ese momento, ahí abrazado a su pecho caliente,
por un ratito, por unos minutos, Cupido se había apiadado de mi.

Nunca supe ponerle titulo a las cosas

No puedo darte lo que yo no tengo, pero puedo compartir con vos algún bardito que te haga sentir menos solx. Un porro, una almohada, escribi...