domingo, 5 de mayo de 2013

Fuera de mi.

¿Alguna vez sentiste que tus momentos felices se ven tan lejanos y fríos? 
Como si se empezaran a cubrir por un film de polvo y se tornaran en color sepia. 
Como si la felicidad estuviera fuera de mi alcance, fuera de mí.
¿Alguna vez sentiste que la mayoría de veces en las que sonreís es por compromiso, o sin ganas de hacerlo?
¿Alguna vez sentiste que los días se vuelven monótonos y sin sentido? 
Como que te despertás a la mañana y al rato te estás acostando, 
y en esos momentos de reflexión en el instante justo antes de caer en el sueño profundo, 
te das cuenta que se pasó otro día, sin disfrutarlo, sin hacer algo que marcara la diferencia, sin aprovecharlo, sin ser feliz.
¿Alguna vez te sentiste como si no fueras vos mismo, tan ido, tan lejano, tan fuera de vos?
Porque es así como me siento: fuera de mí..
Son en esos momentos cuando más solo uno se siente, y piensa hasta qué punto una persona puede aprender del dolor, hasta qué punto puede resurgir de él como el ave fénix y renacer esplendorosamente desde las cenizas. 
¿Es eso posible?
Apenas pareciera que fue ayer cuando estaba llena de sueños e ideales, cuando creía en el 'amor para siempre'.
Pero ¿qué pasa cuando uno ya no cree?, ¿a dónde se van los sueños? 
Quizás sólo se disuelven, o se hacen polvo que se acumula en los muebles viejos o en los rincones de la casa que uno siempre pasa por alto y no limpia.Ciertos días de extremada sinceridad conmigo misma, como este de hoy, me siento como un papel de poca importancia archivado en un escritorio polvoriento junto a otros miles de papeles de los que uno nunca se acuerda, o que simplemente da por perdido porque es mucho más facil olvidar que intentar buscarlo.

jueves, 2 de mayo de 2013

Te odio. (Recopilación Ismael Serrano)


La mayor parte de las canciones de amor, están llenas de mentiras, pero no todas.
Pero quien no ha mentido alguna vez?
Muchas despedidas llenas de promesas, y yo estoy segura que en alguna de ellas, habremos mentido.
Quien no haya mentido, quien este libre de culpa que tire la primera piedra.
No digan nunca de mi que soy una buena mujer, por favor… Digan que soy una alegría, un buen pasar, pero una buena mujer no.
Y te diría que odio estas canciones de amor, que traen tu recuerdo a mi casa.
Las ganas de verte. Odio las dudas, de echarte al olvido o llamarte,
para contarte que se yo, que sigo existiendo, que te odio por fin, que no se si el mundo aun resiste sin ti.
Este viejo odio, que hiela los jazmines, ama tu figura aborrecible.
Y así si te marchas, quedan los rencores para recordarme las razones de por qué me eres imprescindible, de por qué te extraño aunque me olvides.
Pero ya esta bien, si él se va, cultivemos el odio, declaremos la guerra. porque no se, quizás nos sintamos mejor aunque… aunque yo creo que no, yo creo que como todas las canciones de amor, esta también esta llena de mentiras. 
Porque vos y yo sabemos que no es cierto, que cuando decimos "Si te vas no vuelvas"… Lo que queremos decir es que "Si te vas, que no sea muy lejos ni por mucho tiempo".

miércoles, 17 de abril de 2013

Amor/Odio


Que no hay blanco sin negro, eso esta claro.
Que no hay verano sin invierno, eso lo sabemos.
Que no hay amor sin odio, eso lo intuye mucha gente pero pocos lo creen.
Hasta que punto se ama a una persona, que se llega a odiarla.
Lacan lo llamaba "odioenamoración". Yo lo llamo, la vida misma.
En esta vida de equilibrios, todo tiene su razón de ser.
Odiamos a alguien cuando realmente queremos amarle.
Pero que no podemos amar, algo nos lo impide.
El odio es una forma disfrazada de amor.
El odio paraliza la vida, el amor la libera. 
El odio confunde la vida, el amor la armoniza. 
El odio oscurece la vida, el amor la ilumina.
Van juntos de la mano, son opuestos pero no pueden vivir el uno sin el otro.
Sentimos ese amor tan profundo que duele.
Un dolor tan mortal que es capaz de darnos paz y guerra.
Un flechazo al corazón en forma de una letra.
Un odio tan grande como para jurar venganza.
Y es así, nos pasamos la vida amando y odiando.
Pero al final se que encontraremos el equilibrio y seremos felices.

jueves, 4 de abril de 2013

En aquel lugar.

El agua hervía en la cocina y se hacia notar mediante el chillido del vapor al salir por el pico de la pava.
Se preparó su te de manzana con dos cucharadas de azúcar y se sentó en la mesa del living acomodando los pies sobre esa silla de cuero bordó que tanto le gustaba.
Mientras en la televisión se desdibujaban las siluetas de aquellos personajes encargados de hacerla reír por la tarde como cada martes.
Quizás fuera el leve calor del te que tomaba, o tan solo el aburrimiento de la rutinaria vida que llevaba, pero sus párpados le pesaban y empezaron a cerrarse.
La magia de los sueños invadió su cabeza, reconocía aquel lugar, aquella casa donde había sido criada, donde había sido feliz.
Al dirigir su mirada hacia la cocina, allí la vio. Su abuela se encontraba sentada, fumando un cigarrillo y divagando en palabras poéticas como de costumbre.
Los años no habían pasado, el color de su cabello era negro azabache y no había rastro alguno de las canas, tampoco de las lastimaduras a lo largo de su cuerpo tal como lo recordaba en aquellos últimos días.
Su abuela se encontraba allí y tan viva que asustaba.
Sin sacar la vista de lo que escribía le hizo señas a su nieta para que se acercara. Cuando la tuvo a su lado la miró, y en aquellos ojos invadía la tristeza... La tristeza de una despedida, de un adios nunca dicho.
Acto seguido le entregó un papel, un papel del cual brotaba un curioso aroma a jazmines y hortensias, escrito a puño y letra (había olvidado aquellos trazos tan relajados, tan garabateados como solo ella sabía tenerlos) que decía:
"Siempre que me necesites, cierra los ojos y allí estaré. Recuerdalo"
Una lágrima tras otra comenzaron a brotarle de los ojos a quella muchacha, provocando que la tinta se corriera en el papel.
Su abuela al verla llorar le acarició una mejilla secando una de esas lágrimas y con un suave movimiento de caricia le hizo cerrar los ojos deslizando sus párpados lentamente hacia abajo.
Al abrirlos nuevamente toda esa escena había desaparecido, el te se había enfriado, la programación del día había terminado y las horas de luz se habían ido para dar paso a la oscuridad de la noche.
Atontada intentando recordar que había ocurrido para quedarse dormida, imágenes en flashes de su sueño se le vinieron a la mente. Se paró y se miró al espejo, había llorado.
Por el reflejo observó algo sobre la mesa que antes no estaba allí, un ramo de jazmines y hortensias. Ella no recordaba haber comprado flores, pero esas hortensias no se encontraban en cualquier lado, eran hortensias como las que su abuela solía plantarlas en todo el jardín y las había de todos colores (celestes, amarillas, violetas, rosas... como las amaba).
Al querer agarrar el ramo notó que llevaba agarrado en su mano derecha un trozo de papel rasgado, lo abrió y tan solo una palabra se trazaba en el: Recuerdalo.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Hipocresía.

Si algo aprendí de vos, es el significado de la hipocresía.
No hay peor cosa en este planeta que creerse mejor que alguien.
En el proceso de aprendizaje en la vida,
ese que vos te quisiste dar el lujo de explicarme,
le erraste al sentido.
Es mas facil pasarse el tiempo criticando y señalando mis defectos,
que aprender a convivir con los tuyos propios.
Escribir es una descarga del alma, ya sea en un papel, un blog
o en una simple servilleta en el rincón de un bar.
Aquella persona que considere "pelotudeces" lo que uno tiene para decir,
no merece ser siquiera escuchada.
No hay peor crimen que desvalorizar el sentido de la palabra, y los sentimientos
expresados en ellas.
Esto no es una máscara, es una extensión del ser.
Y esto resulta tener hasta cierto grado de gracia, porque el muerto se rie del degollado.
Nunca frase mejor dicha.
Si tanto tenés para decir o criticar, acá estoy dame con lo mejor que tengas.
No vas a hacerme caer.
Pero no esperes respuesta alguna de mi parte, peleas solo.


Vos-yo-ella

Me preguntaban que era lo que te había visto, y yo pensaba en lo errado de la pregunta. No te había visto. Me había visto. Me amé en vos. Me...