jueves, 10 de julio de 2014

Papá.

Una niñez agarrada de tu mano.
Una canción de cuna.
Una siesta dormida en tus brazos.
Una merienda mirando juntos los dibujitos.
Una lágrima al saber que ya no estas.
En esos días en los que me siento sola,
me doy cuenta lo mucho que me haces falta.

No hay comentarios:

Seguí adelante, pero no indemne.

Logré cosas importantes después de que me rompiste el corazón. Conseguí trabajo. Me recibí. Alcancé metas que durante mucho tiempo parecían...