Mirando nuestras fotos,
todos esos momentos en los que me hiciste reír.
Viviendo del recuerdo de nuestros días.
Si es que fueron nuestros en realidad.
Siempre creí que todos merecemos a alguien especial,
ese alguien a quien importamos,
alguien a quien amar poniendo nuestra vida en sus manos.
Aquella vez, un día caluroso de noviembre me arriesgué.
Y me decía a mi misma,
que algo debía andar mal, porque me sentía feliz.
Pero es ley, si se construye un castillo sobre la arena,
pronto vendrá el mar y se lo llevará.
Asi fue como el agua arraso con todo…
Con vos, conmigo…con mis esperanzas.
Con el correr del tiempo, me fuiste demostrando
cuan equivocada estuve, al creer, al confiar.
Llenando mi corazón de sentimientos encontrados,
añorando aquellos momentos pero deseando que desaparezcan.
Nunca creí que el arrepentimiento fuera algo
que yo podía llegar a sentir.
Pero acá está…Acá estoy…Arrepintiendome.
De cada momento, de cada minuto, cada segundo que te entregue.
No te culpo, me culpo a mi por creer en vos.
Pero así se escribe esta historia,
quise que fuese una novela, con mi propio final feliz.
Y terminaste convirtiendo todo en una mala película de terror.
Porque mentiste y manchaste mi cuento.
Por mi esta bien, a veces la bruja mala puede ganar algunas batallas.
Y ojalá duela este adiós como el corte de una cuchilla.
Pero no te confundas, ella es la asesina.
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