domingo, 27 de abril de 2025

No sé le nota

Es curioso por qué no se le nota que está rota. Te contagia esa idea de que puede ser feliz a pesar de tener el corazón despedazado. 

Es así como lo tiene. Le falta una de esas piezas que nunca más va a encontrar. Ella va a vivir sin una parte para siempre. Con un corazón que nunca va a armarse de nuevo. Pero la piba se para igual. Se para y no se le nota que renguea. Sigue. Sigue jugando con esas piezas que le quedan, sabiendo que nunca más va a tener el rompecabezas todo armado arriba de la mesa. 

Ella camina con ese vacío inscrustado en el pecho. Sigue jugando con lo que le queda. Guarda el dolor de la pieza que le falta para otro momento. Ella se sigue parando. No está sanada.

No va a sanar. Lo sabe. 

Ella ya entendió todo, perdió la batalla. Lo sabe. Pero se rie. Y a veces disfruta. Te hace creer que se puede. Que aún rota, si se quiere se puede.

Ella perdió justo lo que no tenía que perder, de todas las cosas posibles, justo esa no tenía que perderla pero la perdió y le duele en el pecho y en la garganta. 

Extraña. No sé agarra de nada que la distraiga de la verdad de saber que no está y que no va a volver. Pero ella sigue, a ver si tropieza por qué cree que tropezar mirando al cielo a veces compensa. 

No le va a buscar un reemplazo, va a dejar ese hueco ahí vacío, por si él cambia de opinión y decide regresar.

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Decile que no la amas.

Decile que no la amas. Que no soñás con morirte al lado de ella.  Que en la foto de tu sueño no es que no la veas, ni siquiera la imaginas. ...