lunes, 28 de abril de 2025

Perdón

Si uno supiera que en el mundo de los dolores, el de extrañar es el más terrible, abrazaría más, escucharía más, tocaría más. 

Uno no lo sabe hasta que se choca con ese agujero en el pecho y tiene que salir a buscar en el cajón de las fotos, los momentos que ahí quedaron quietos, inalterados, eternos. 

En el mundo de los dolores, extrañar te liquida. Te parte al medio. No hay remedio, no lo hay. Es como que algo se muere en el corazón y uno se arrepiente de no haber amado más. Pero es tarde.

El que extraña aprende a caminar rengueando. Uno camina con el alma renga. Aguantando como puede. Uno aguanta. Otra cosa no se puede. 

Perdón. 


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