martes, 16 de julio de 2013

Fuera de tiempo.

Amor que llegas
con la fuerza
arrolladora de la pasión, 
en el ocaso de la vida.
Equivocándote los tiempos.
Me has robado la calma
la serenidad,
tan duramente ganadas.
Estoy acá
como adolescente
inquieta, intranquila,
midiendo las horas,
los días, las semanas.
Esperando siempre,
escuetas palabras bonitas,
de amor, de dulzura,
de ternura.

No hay comentarios:

Los fantasmas que siempre fuimos.

Tenía catorce años y el mundo todavía era un borrador. No sabía nada del amor, pero creía que ignorar un mensaje podía hacerme sentir más ...