martes, 16 de julio de 2013

Mi pasado.

Dulce pasado,
me lo debías.
Por tanta tristeza,
tanta nostalgia, tanta melancolía.
¿Acaso no podrías ser mas generoso?
Tan solo una hilacha me has dado.
Tan solo una hilacha,
me alma se ha regocijado.
Apresurate!
Mira, el tiempo corre.
Más años,
menos tiempo.
Elévame otra vez,
otra vez,
y otra...
Dulcemente,
suavemente,
con amor.

No hay comentarios:

Los fantasmas que siempre fuimos.

Tenía catorce años y el mundo todavía era un borrador. No sabía nada del amor, pero creía que ignorar un mensaje podía hacerme sentir más ...