miércoles, 30 de julio de 2025

El eco detrás del abismo

Nunca pensé que alguien pudiera romperme con una sola frase.
Había muchas cosas que ya sabía, otras que me dolían en silencio,
pero ese día, dijiste:
"Si ella se mata, yo me mato atrás de ella."

Y el mundo hizo un ruido seco, como si se partiera por dentro. No fue enojo lo que sentí. Fue vacío.
Como si me hubieran borrado del mapa de tus razones.

Me dolió más que cuando me dejaste. Porque una despedida puede entenderse.
Pero una promesa de muerte detrás de otra…
me dejó sin palabras.
Como si en tu lealtad a esa tragedia yo quedara fuera incluso del recuerdo.

Y me rompiste. Pero no de la forma dramática de las películas.
Me rompiste en lo cotidiano, en el silencio que siguió, en las cosas que no dijiste después.

Ahí entendí que yo nunca fui tu vértigo, ni tu ancla, ni tu salvavidas.
No era el refugio, ni el incendio.
Era apenas una orilla segura que mirabas mientras soñabas con hundirte en otra parte.

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Despedida.

Entonces llovía, y entonces el mundo había perdido total y completamente el sentido. Si a él no le importaba, por qué iba a importarme a mi?...