No debí quererte sin embargo te quiero.

Caminando pensativa.
Escribiendo tu nombre sobre la arena.
Sabiendo que el mar en algún momento lo borrará.
Imaginando, nuestro amor tan fuerte como el nacer de una ola.
Sabiendo que se destruirá cuando llegue a la orilla.
Así esto que siento se irá.
Como se van las aves en invierno, despidiéndose de sus hogares.
para volver renovadas en verano. Persiguiendo los rayos de sol.
Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas.
Lo mismo que un árbol en un tiempo de otoño muere por sus hojas.
Al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas,
Esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón.
Uno vuelve siempre a los viejos sitios en que amo la vida,
Y entonces comprende cómo están de ausentes las cosas perdidas.
Por eso, no partas ahora soñando el regreso, que el amor es simple.
Y las cosas simples se las devora el tiempo.