
El living de mi casa.
El agua hervía en la cocina.
Recordando levemente,
el aroma del té que nos tomamos
aquella vez en Paris, cuando te conocí.
El telefono suena.
Me devuelve a la realidad.
Contesto. Tu voz del otro lado.
Sin lograr comprender lo que decías.
Una tristeza embargaba mi interior.
Mi mente no lo entedía, pero mi corazón si.
Todo se terminaba.
Algo inesperado había surgido.
Una nueva aventura, pero esta vez, no querias que fuera con vos.
Los meses pasados, viajando,
recorriendo el mundo. Parecían tan lejanos.
Parecía ayer, cuando me proponías
ir con vos en tus odiseas.
Se había terminado.
Otra compañera quizas?
Sabrás vos las razones.
Pues tan solo recuerdo, el leve susurro que decía
que ya no me querías.
Tu te irias para jamás volver.
Llamabas para despedirte.
Llamabas para decir adios para siempre.
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